Cuestiónate lo que piensas



Por qué nos agarramos a nuestra ideología de manera incondicional y no somos capaces de plantearnos la cantidad de incoherencias que nos surgen en el día a día. 

No tenemos que defender a capa y espada, como un rebaño de ovejas, las decisiones que toma nuestra ideología, en forma de partido político, pero también personal, sin cuestionar o criticar las decisiones que
tomamos.

Y por supuesto, dejar de negarnos a aceptar cualquier idea que venga de nuestra oposición ideológica.

CRECERÍAMOS como país y como sociedad si funcionásemos como cooperativas donde se comparten puntos de vista diferentes pero que enriquecen más que enfrentan.            

Si no nos replanteamos nuestra forma de pensar, de ser o de vivir, nunca evolucionaremos

 

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